Escuché a la bestia acercándose, golpeé mi brazo con la palma de mi mano, dejando rastros de sangre en ambas partes del cuerpo. Cogí una servilleta y removí el líquido rojo.
Soy, en términos generales, amigo de los animales, vegetariano y miembro de varias asociaciones para promover su bienestar. No obstante, hay algo en el acto de matar mosquitos que me da un gran placer. Lo llamo «venganza de sangre».
El microrrelato Venganza de sangre forma parte de la colección de microrrelatos 52 momentos.